“algún día, en cualquier parte, en cualquier lugar, te
encontrarás a ti mismo. Y esa, sólo esa, puede ser la más feliz o la más amarga
de las horas”
- Pablo Neruda -
Venimos a esta vida con una
misión y un objetivo por cumplir y en este caminar de la vida se nos van
presentando una serie de acontecimientos, producto de nuestras decisiones, que
nos llevan por diferentes caminos por transitar y cada camino va creando
nuestra ruta de destino. Creemos que estamos haciendo lo correcto; generalmente
hacemos lo que pensamos que es conveniente en ese entonces y es después cuando
estamos asumiendo las consecuencias de nuestros actos, nos damos cuenta de
que todo podría haber sido diferente.
Es en este sentido en que nos
sentimos fuera; no ajustamos, no encajamos tal vez y nadamos contra la
corriente cuando no estamos haciendo lo que vinimos a hacer, lo que nuestro
corazón y nuestra alma nos piden que hagamos pero que no escuchamos porque es
difícil para nosotros todavía escuchar nuestra propia voz, nuestra voz interior
y algunas veces pasamos gran parte de la vida, tal vez toda la vida, buscando
respuestas que tal vez no serán dadas; buscando en diferentes ámbitos, personas,
lugares, instituciones, teorías, relaciones, etc. Y en ese transitar de la
vida, en algún momento nos aquietamos y encontramos eso que por años venimos
buscando y es darnos cuenta de que todas las respuestas están dentro de
nosotros. Y también comprendemos el porqué de cada situación por la que
atravesamos, todo aquello que experimentamos y vivimos, que aprendimos e
interiorizamos era necesario tal vez para llegar a ese gran momento de apertura
al reconocer que los cambios no vienen del exterior sino del interior; ese “insigth”
nos presenta una nueva manera de ver la vida y nuestras verdaderas prioridades.
Los desajustes emocionales,
físicos, psíquicos se generan porque no estamos viviendo en armonía y
coherencia con nuestro propósito de vida; hacemos algo porque nos toca o por
complacer a otras personas; decimos y sentimos algo diferente, no hay una
sinergia entre el pensar-sentir-actuar y esto nos genera conflictos internos. Cada
uno de nosotros posee una serie de habilidades, capacidades, cualidades y estructura
genética que se nos ha dado por derecho de nacimiento y es esto lo que nos hace
seres únicos e irrepetibles. Es muy importante que cada persona viva su experiencia
y su realización de acuerdo a esto, ya que le permite vivir en armonía y con un
propósito definido. Cada persona vino a ocupar un lugar y cada uno es
absolutamente importante y necesario para nuestro desarrollo.
Existen personas que desde muy
jóvenes se dejan llevar por su corazón y establecen su ruta de vida desde ahí;
son esas que andan por la vida como pez en el agua, nadando y fluyendo
tranquilas porque por alguna razón encontraron pronto su propósito de vida,
escucharon al búho de la historia y se dejaron guiar por su sabiduría de
escuchar a su voz interior y siguieron ese camino que desde niños se habían
trasado y que no olvidaron nunca.
Todos venimos a poblar el jardín.
Y para que el jardín luzca bonito, cada elemento debe estar en su lugar y
haciendo lo que le corresponde. Si todo el planeta fuera ese jardín, viviríamos
una vida en armonía, paz, amor y equidad.
Comentarios
Publicar un comentario